Canto Al Bando Vencido

Yo, que nunca tuve que aprender
de bandos que mueren de sed
por no beber la libertad de la palabra en el papel.
Sé que muchos se fueron sin ver,
la tierra que hoy pisan mis pies
y ahora alimentan desde un foso sin saber:
Que siento las condenas y grilletes de los presos,
me fundo en cada bala que les quito la vida
y ahora que no vengan a contarnos
que es mejor que la memoria siga dormida.

Son aquellos que por defender
ideas que hoy siguen en pie,
acabaron abandonados a su suerte
hacia tierras alejadas del Edén.
Príncipes destronados por la patria que entonaba
canciones de una España cara al sol,
orgullosa de su camisa, cegada de tanto rencor.
Ideas maquinadas por un enano bufón de palacio,
que hacia rodar cabezas a su antojo.
Confundido, creia que el valor de ser hombre
se compraba con sangre, sudor y despojos.

¡Despierten al fin las catacumbas!.
Las que hoy esconden con vergüenza y enojo,
la carne y los huesos de los que por antojo sesgo la vida.
Que hoy os reclamamos para que regreséis
junto con un vuelo de alegres golondrinas.

Siento la llamada de las voces que acallaron,
me indican el camino a la vuelta de la esquina.
Y quien no quiera seguir hacia delante,
que aparte del trayecto su mirada asesina.
No hay nada que decir ahora
ante el derecho por tantos años negado.
Ya que por fin se rompió el hechizo
que nos mantenia con los ojos cerrados.

Al bando vencido que nunca abandono la trinchera
y que hoy duerme sin descanso en tumbas escondidas.
Para que puedan regresar bajo la única bandera,
la que representa la paz y el amor de sus familias.